Los Beneficios del Sauna para las Várices: Un Aliado para la Circulación

11.03.25 08:51 AM - Por América Castro

Las várices son un problema circulatorio común que afecta a muchas personas, causando molestias como hinchazón, dolor y sensación de pesadez en las piernas. Aunque existen diversos tratamientos para aliviar sus síntomas, el uso del sauna puede ser un complemento natural y efectivo para mejorar la circulación y reducir el malestar asociado a esta condición.

¿Cómo Beneficia el Sauna a las Várices?

El calor del sauna tiene un impacto positivo en el sistema circulatorio y en la salud vascular. Aquí te explicamos cómo puede ayudar:

1. Mejora la Circulación Sanguínea

El calor del sauna dilata los vasos sanguíneos, facilitando el flujo de sangre y reduciendo la presión en las venas afectadas por las várices. Esto puede disminuir la sensación de pesadez y mejorar la oxigenación de los tejidos.

2. Relaja los Músculos y Reduce  Tensión

Las várices pueden generar calambres y tensión en las piernas. El calor del sauna ayuda a relajar los músculos y disminuir los espasmos, proporcionando un alivio inmediato a quienes sufren molestias constantes.

3. Favorece la Eliminación de Toxinas

Al sudar, el cuerpo libera toxinas acumuladas, lo que contribuye a la salud de la piel y mejora la circulación sanguínea. Esto puede ser beneficioso para reducir la inflamación en las piernas y mejorar la apariencia de la piel afectada por várices.

4. Estimula el Sistema Linfático

El sauna ayuda a estimular el drenaje linfático, favoreciendo la eliminación de líquidos retenidos. Esto es especialmente útil para quienes experimentan hinchazón en las piernas debido a problemas circulatorios.


Por otro lado te dejamos  las precauciones al usar el sauna si tienes várices

Si bien el sauna puede ser beneficioso, es importante tomar algunas precauciones para evitar efectos adversos:

  • Evitar temperaturas demasiado altas: El calor excesivo puede provocar una dilatación excesiva de las venas, lo que podría empeorar las várices en lugar de aliviarlas.

  • Limitar el tiempo de exposición: Se recomienda sesiones de 10 a 15 minutos para evitar una sobrecarga en el sistema circulatorio.

  • Alternar con duchas frías: Aplicar agua fría después del sauna ayuda a tonificar las venas y mejorar el retorno venoso.

  • Consultar con un especialista: Antes de incorporar el sauna como parte de un tratamiento para várices, es recomendable consultar con un médico, especialmente si existen antecedentes de problemas cardiovasculares.

América Castro