Un sauna bien diseñado no solo ofrece bienestar, también representa una inversión en salud, confort y valor inmobiliario. Pero para que funcione de forma segura, eficiente y duradera, es clave implementar un buen mantenimiento preventivo. A continuación, te compartimos qué revisar, cada cuánto y por qué es tan importante mantener tu sauna en óptimas condiciones.

¿Por qué hacer mantenimiento preventivo?
Porque evita fallas costosas, mejora el rendimiento del equipo y prolonga su vida útil. Además:
Reduce riesgos eléctricos o de sobrecalentamiento
Conserva la higiene y el confort del espacio
Asegura que el calor se distribuya de manera uniforme
Mantiene la estética de los materiales (madera, cristales, herrajes)
¿Qué incluye el mantenimiento preventivo?
Revisión y limpieza del calentador:
Verificá que las resistencias o elementos calefactores estén en buen estado, sin oxidación ni obstrucciones.Inspección de piedras (si aplica):
Las piedras del sauna pueden desgastarse o fracturarse con el tiempo. Es recomendable rotarlas y reemplazarlas si están partidas o se calientan de forma desigual.Control del cableado y conexiones eléctricas:
Es esencial revisar que no haya cables sueltos, terminales dañadas o conexiones expuestas.Limpieza profunda del interior:
Se le da mantenimiento a la madera, pulido y en su caso barnizado (si aplica)Chequeo del sistema de control o panel digital:
Asegúrate de que el temporizador, sensor de temperatura y funciones automáticas estén operando correctamente.